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martes, 27 de febrero de 2018

Trucos que me han funcionado para que mis hijos coman bien

Que nuestros hijos duerman y coman bien es algo que siempre nos ha preocupado a los padres en general.

En mi caso en ese sentido he tenido suerte. Ya os conté en este post que mis hijos suelen dormir bien. Y además son de buen comer.

En cambio, como padres pues padecemos otro tipo de circunstancias porque un hijo es mucho más que comer y dormir y cada situación es distinta y cada niño también.

Bien, como os digo mis hijos siempre han comido bastante bien y nunca me han puesto pegas con la comida. Les costó un poco acostumbrarse a la cena debido a que les entraba sueño y solo querían biberon y dormir. Poco a poco y con paciencia empezaron a cenar y se comían todo lo que les ponía en el plato.

Pero a principios de este invierno la cosa se complicó un poco con la comida. Pasaron por dos gastrointeritis bastante seguidas y con diarreas prolongadas por lo que de repente solo querían comer triturado y las cenas volvieron a convertirse en un suplicio. Lo único sólido que aceptaban era el pan, algún trocito de fruta y poco más.

Nuestro truco para que comieran básicamente era entretenerles con algún juguete o cantarles alguna canción.
Y además como solo querían comer pan les mezclábamos los trocitos de la cena con este.

Esto fue efectivo a corto plazo.
No tardaron en darse cuenta que "estaban siendo engañados" y no querían que les diéramos nosotros la comida. Cogían ellos el pan y si encontraban algo más lo separaban y lo tiraban.

Entretenerlos con otras cosas también dejó de funcionar.




Así que decidimos cambiar de estrategia por completo y seguimos unas pautas que nos han ido genial y desde que las aplicamos no hemos vuelto a tener problema alguno, vuelven a comer de todo muy bien y sin triturado.


Por eso hoy quiero compartir con vosotros estos trucos por si os sirven a vosotros también:

-Lo primero que hicimos fue, cuando uno de los dos sí que comía y el otro no, empezar a ignorar al que no comía y reforzar con halagos al que sí que lo hacía.
Frases como: "Que bien que comes", "Que bien lo estas haciendo", o "Que campeón eres" llamaban inmediatamente la atención del otro y empezaba a comer también.

-Como el intentar engañarles no funcionanba, optamos por lo contrario: Hacerles partícipes en "la preparación" de la cena y explicarles lo que iban a comer.
Lo pongo en comillas, porque evidentemente unos niños de año y medio poco pueden preparar.

Pero lo que hacía era enseñarles el plato y explicarles lo que había para cenar. Dejaba que me ayudaran a ponerlo en el microondas a calentar y a llevar los cubiertos y el plato a la trona.
Y aunque esto parezca una tonteria funcionó.
Ellos así se sienten como más mayores, como que cuentas con ellos y les gusta.

En niños de más edad se les puede hacer participar de una forma mucho más activa. Como por ejemplo que participen en el momento de la compra y también en el rato de preparar la comida. Evidentemente, adaptado a las capacidades según la edad del niño.

Otra opción para niños más mayores que los míos, es darles a elegir que quieren comer o cenar.
Y por supuesto, dentro de unos límites. No les vamos a decir: Que quieres pizza o merluza a la plancha?
Pero por ejemplo podríamos decirles: Que quieres pavo con zanahoria o pechuga con guisantes?

-Otra cosa que cambiamos fue la vajilla. Durante los días que no comían nada bien, a la que te descuidabas lanzaban el plato con la comida por los aires.
Así que decidimos comprar estos platos de silicona y con compartimentos que llevan ventosa y se pegan a la mesa. 





Ojo: Si comprais este tipo de platos mirad bien porque hay algunos que son antideslizantes pero no se pegan por lo que igual pueden cojerlo. Nosotros nos equivocamos y cogimos unos de estos y los tuvimos que cambiar. 
Este en concreto es de amazon.

Desde que tenemos estos platos no han vuelto a intentar lanzarlos. Solo el hecho de que lleven compartimentos y poner en cada hueco un alimento les gusta y les divierte y muestran muchísimo interés en la comida.

-Ponernos juntos en la mesa y cenar en familia. En vez de cenar ellos antes, como solíamos hacer, encaramos las tronas en la mesa y cenamos juntos. Eso sí, todos tenemos que cenar lo mismo. Sino querrán lo nuestro y no lo que les pongamos a ellos.
No lo hacemos todos los días, porque hay veces que cenamos cosas que no comen ellos, o nos apetece cenar solos y tranquilos,...pero otras veces sí.

-Otra cosa que me funciona mucho es ofrecerles siempre la comida. Aunque sepa que no se la vayan a comer. Me refiero que aunque yo sabía que no iban a cenar, hacía todo el ritual y se lo ofrecía porque así al final terminan picando.
Si por evitarnos malos ratos les damos directamente el biberón se acostumbran otra vez a lo bueno y luego vuelta a empezar.

Por ejemplo, ahora mismo quiero acostumbrarles a comer fruta a otras horas del día que no sea la merienda.
Así que lo que hago es por las mañanas después del biberón ponerles en su mesa algunos trozos de fruta y aunque al principio solo hacían que jugar con ella, poco a poco se la van comiendo.

-Y algo muy importante para mi es no darles cosas para comer ricas en azúcar o sal, para no alterarles el paladar desde pequeños y que luego nos rechazen alimentos como la futa y la verdura.
Y no picar entre horas (sobre todo alimentos no saludables) para que lleguen con hambre a la comida, cena o merienda.

Que os han parecido estos trucos? Tenéis alguno más?



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